Qué es la noche oscura del alma.
A veces viene. Muchas veces se resiste a perder su lugar.
Si intentas hacerla desaparecer o echarla con violencia, puede volver rencorosa, mostrándose con otro disfraz, con el fin de confundirte y quitarte la esperanza de que puedas remontar.
¿Depresión? Se queda corto el término. Es un desgarro del alma. No ocurre en tu cuerpo físico. Eso sería más fácil de sanar.

Motivos de su aparición y de su persistencia.
Sentirnos atrapados por percibir la obligación de saciar nuestros deseos mediante impulsos radicales de emocionalidad irracional. No hallar el límite que colme esa demanda genera todo lo demás: insatisfacción, frustración, enfado, ira, incompletud.
Otra vez… Saber vivir en el momento presente.
Sería similar a no dejarse llevar por los deseos imaginados que en este momento se perciben inalcanzables.
Imaginar al deseo como si ya lo tuvieras, como si ya hubieras iniciado tu experiencia de interacción con él.
Para ello, enfócate en el camino, en cada paso, disfruta del proceso como un fin en sí mismo. Cada avance, más grande o más pequeño te acerca a ese gran objetivo. Siente como el objetivo no es la meta sino la construcción del proyecto. Pudiendo pasar de focalizar la energía de ese punto concreto y más lejano al más cercano y viable te ayudará a disfrutar del momento como si fuera lo que es, único.
El lugar de la percepción, otro nivel de conocimiento.
Condicionado según nuestras creencias a las que les hemos dado una forma con la cultura, nuestras convenciones sociales ideando un entorno que es altamente responsable de nuestro bienestar psicológico colectivo.
Las heridas emocionales traen a la vida a nuestras creencias.
Permiten que justifiquemos por qué nos comportamos como lo hacemos y explica los motivos de nuestras decisiones.
Los patrones de comportamiento construidos mediante impulsos han generado caminos mentales, cavilados por la singularidad de la identidad.
¿Qué serían los patrones de comportamiento si no se pudieran identificar sus elementos? ¿Los que los forman? que se reducen a un conjunto de impulsos unidos con el medium de una inercia mental cavilada a través de los caminos neuronales que crearon otras experiencias propias o generacionales.
En el video te amplio un poco más esta reflexión.